Prolongar el buen sabor de boca que deja la gastronomía bizkaina es posible adquiriendo alguno de sus extraordinarios productos, bien en plazas de abastos como La Ribera, en Bilbao, o en los mercados tradicionales que se celebran en localidades como Gernika o la propia capital bizkaina, donde cada sábado tiene lugar Gure Lurreko Merkatua. Es la ocasión perfecta para hacerse con viandas frescas de caserío, muchas de ellas, con el sello Label de calidad certificada. Las conservas son otra forma de llevarse a casa los mejores frutos del mar: anchoas, bonito, atún, verdel, bacalao, sardinas… unos embotados cuyo sabor revela el esmero con el que se elaboran. Ideales para compartir y regalar.
La tentación dulce la ponen unas pastelerías, algunas de ellas centenarias, que exhiben en sus apetecibles escaparates los postres más típicos, como carolinas, pasteles de arroz, rusos, bollos de mantequilla y en Navidad, el tradicional Sokonusko (turrón vasco). Visitar las bodegas de txakoli, las vinotecas con la mejor selección de vinos de Euskadi y locales elaboradores de cerveza artesana es otro imprescindible para completar una sabrosa experiencia culinaria.